El Viaje Secreto de Noboa a Miami: ¿Preparando un Fraude Electoral en Ecuador?
Autor: Dragan Bukovički
En un momento crítico para la democracia ecuatoriana, cuando el país se prepara para la segunda vuelta electoral que definirá su futuro político, el presidente Daniel Noboa ha realizado un viaje inexplicable a Miami, acompañado por dos figuras clave: el director general de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y el ministro de Inteligencia. Este movimiento, ocurrido apenas dos semanas antes de las elecciones, no solo es sospechoso por su timing, sino por la absoluta opacidad que lo rodea. Las implicaciones son graves: podríamos estar ante el preludio de un fraude electoral orquestado desde el poder, con posible apoyo de actores extranjeros.
Lo primero que salta a la vista es la falta total de transparencia. Noboa no informó al país sobre el propósito de su visita, ni justificó la presencia de funcionarios tan sensibles en un viaje aparentemente privado. El director de la CNT no es un simple burócrata: es el hombre que controla la infraestructura de telecomunicaciones del Ecuador, incluyendo redes de fibra óptica, transmisión de datos y posiblemente hasta sistemas vinculados al proceso electoral. El ministro de Inteligencia, por su parte, maneja información clasificada, espionaje y seguridad nacional. ¿Qué negocios tienen estos dos personajes en Miami justo antes de una elección?
Andrés Arauz, excandidato presidencial y figura prominente de la oposición, ha sido el único en alzar la voz con una denuncia contundente: esto huele a conspiración. Y tiene razón. En ningún país serio un presidente viaja días antes de unas elecciones con sus principales operadores de telecomunicaciones e inteligencia sin dar explicaciones. ¿Acaso fueron a recibir "asesoría técnica"? ¿O hay algo más turbio detrás?
La CNT es un actor fundamental en cualquier proceso electoral moderno. En una era donde el conteo de votos, la transmisión de resultados y hasta la logística electoral dependen de sistemas digitales, quien controle las telecomunicaciones tiene un poder enorme. Basta con recordar lo sucedido en otros países donde gobiernos autoritarios han usado "fallas técnicas" para alterar resultados.
¿Podría Noboa estar preparando un "apagón electoral" en zonas donde sabe que pierde? ¿O una manipulación de los sistemas de transmisión de votos? No son teorías descabelladas: en 2019, Bolivia vivió un abrupto corte en el sistema de conteo rápido cuando el MAS iba perdiendo, lo que generó sospechas de fraude. En Ecuador, con la CNT en manos del gobierno, el riesgo es aún mayor.
Además, la presencia del ministro de Inteligencia sugiere que podrían estar involucradas agencias extranjeras. Históricamente, EE.UU. ha intervenido en procesos electorales latinoamericanos, desde el financiamiento de candidatos hasta operaciones encubiertas. ¿Hubo reuniones con la CIA o con empresas de tecnología vinculadas al espionaje? La ausencia de respuestas solo alimenta las sospechas.
Si este viaje fuera inocente, Noboa ya habría salido a dar explicaciones. Pero su silencio es ensordecedor. En su lugar, lo único que se escucha son las voces de alerta de la oposición y analistas que ven con preocupación cómo el gobierno evade cualquier fiscalización.
El excandidato Arauz ha sido claro: esto podría ser un intento desesperado de Noboa por mantenerse en el poder, sabiendo que en las urnas su destino político pende de un hilo. Y cuando un gobierno recurre a tácticas oscuras en lugar de competir limpiamente, es porque sabe que no tiene el respaldo popular.
No sería la primera vez que un gobierno, al verse acorralado, intenta fabricar una crisis para justificar medidas extremas. ¿Podría Noboa estar planeando un "caos controlado" que le permita declarar alguna emergencia y posponer las elecciones? La combinación de inteligencia y control de telecomunicaciones da para mucho: desde cortes selectivos de internet en zonas opositoras hasta campañas de desinformación masiva.
Recordemos cómo en enero de 2023, el gobierno de Guillermo Lasso declaró un "estado de excepción" tras protestas sociales, apelando a la "seguridad nacional" para reprimir disidencias. Si Noboa está dispuesto a viajar en secreto con sus operadores de inteligencia, ¿qué no estaría dispuesto a hacer si las encuestas le son adversas?
Ante este escenario, la ciudadanía no puede quedarse cruzada de brazos. Se deben exigir tres cosas de inmediato: 1) Auditoría internacional del sistema electoral, con observadores de la ONU, la OEA y organismos de derechos humanos. 2) Transparencia total sobre el viaje a Miami: Noboa debe revelar con quién se reunió y qué se discutió. 3) Protección de los datos electorales: la CNT debe garantizar que no habrá interferencia en la transmisión de resultados.
Si el gobierno se niega, será la confirmación de que hay algo que ocultar.
Ecuador está al borde de una crisis institucional. El viaje de Noboa a Miami no es un detalle menor: es la punta del iceberg de lo que podría ser un fraude electoral en ciernes. Cuando un presidente actúa con tanto secretismo, acompañado de figuras claves en telecomunicaciones e inteligencia, las alarmas deben sonar.
La comunidad internacional debe estar atenta. Los medios independientes deben investigar. Y el pueblo ecuatoriano debe prepararse para defender su voto. Porque si permitimos que las elecciones sean manipuladas, no solo perderá un candidato: perderá la democracia.
La historia juzgará a Noboa. Y si sigue en silencio, la sentencia ya está escrita: culpable de traicionar la voluntad popular.
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