EL MINISTRO NARCO: Cómo el círculo íntimo de Noboa mancha al gobierno con el escándalo de Noboa Trading
Autor: Dragan Bukovički
No es coincidencia. No es casualidad. Es el patrón de un gobierno que desde sus cimientos huele a podrido. Edgar Lama von Buchwald, actual ministro de Salud de Ecuador y exasesor legal del presidente Daniel Noboa, aparece ahora vinculado a Noboa Trading, la empresa fantasma de la familia presidencial sospechosa de narcotráfico. ¿Qué más necesita el país para entender que está gobernado por una red de intereses turbios que se extiende desde el Palacio de Carondelet hasta los puertos donde se esconde cocaína en los contenedores de banano?
Edgar Lama von Buchwald no es un funcionario cualquiera. Es un hombre de confianza de Daniel Noboa, su exasesor principal y ahora ministro de Salud. Pero su currículum tiene una mancha indeleble: fue el abogado defensor de José Luis Rivera Baquerizo, el único procesado por narcotráfico vinculado a Noboa Trading. Es decir, el hoy ministro que debería velar por la salud de los ecuatorianos, ayer defendía a un presunto narcotraficante relacionado con la empresa de la familia de su jefe.
¿Cómo es posible que un gobierno que dice combatir el narcotráfico tenga como ministro a alguien que representó a un acusado de este delito? La respuesta es simple: porque en este gobierno, la lealtad al clan Noboa vale más que la ética, la transparencia o la ley.
Daniel Noboa ha negado hasta el cansancio ser dueño de Noboa Trading. Pero las coincidencias son demasiado grotescas. La empresa, dedicada supuestamente a la exportación de banano, ha sido investigada por cargamentos de cocaína encontrados en sus envíos. Un modus operandi clásico del narcotráfico ecuatoriano. Y ahora, descubrimos que el ministro de Salud fue el abogado del único implicado en este caso.
¿Realmente creen que esto es una casualidad? ¿O es más bien la prueba de que Noboa Trading es un elefante blanco que el gobierno intenta esconder, pero que cada vez apesta más?
El escándalo no termina ahí. Lama von Buchwald, como ministro de Salud, tiene bajo su responsabilidad programas de prevención de drogas y salud pública. ¿Cómo puede un hombre que defendió a un narcotraficante liderar políticas contra el consumo de sustancias ilícitas? Es como poner a un pirómano a cargo de los bomberos.
Pero esto es Ecuador, donde la hipocresía política no tiene límites. Mientras Noboa posa como el gran líder que enfrenta al crimen organizado, su círculo más cercano está salpicado por vínculos con el narcotráfico. Y lo peor: nadie en su gobierno parece ver problema alguno en ello.
Ante las revelaciones, el gobierno no ha dado explicaciones. Ni Noboa ni Lama von Buchwald han aclarado públicamente esta relación incómoda. En cualquier democracia seria, un ministro con estos antecedentes habría renunciado (o habría sido destituido) en cuestión de horas. Pero aquí, la estrategia es el silencio, esperando que el escándalo se pierda entre tantas otras noticias de corrupción.
Mientras tanto, el mensaje que se envía es claro: en este gobierno, puedes ser ministro aunque hayas defendido narcos, siempre y cuando seas leal al poder.
El caso de Edgar Lama von Buchwald no es un error. Es la confirmación de que el gobierno de Noboa está infestado de conflictos de interés, corrupción y vínculos con el crimen organizado. No se puede hablar de "lucha contra el narcotráfico" cuando los propios ministros tienen historiales manchados por defender narcotraficantes.
Ecuador merece algo mejor. Merece un gobierno limpio, no uno que esconde a operadores del narcotráfico entre sus filas. Pero mientras el país no despierte y exija cuentas claras, seguiremos siendo gobernados por una élite que cree que las leyes son solo para los pobres, nunca para ellos.
La pregunta ahora es: ¿cuántos ministros más tendrán esqueletos en el clóset? ¿Y cuánto tiempo más aguantará el pueblo esta farsa?
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